Tres argentinos se dieron a la tarea de crear esta nueva criptomoneda (GBM), donde cada usuario que decida adquirirla estará colaborando con la preservación de un metro cuadrado de tierra de selva o bosque.
Esto significa que cuando se piensa en invertir, se está estableciendo la posibilidad de contribuir con el medio ambiente a través de lo que en la actualidad se denomina criptomonedas verdes.
Glosario del contenido del artículo:
- La criptomoneda y la preservación del ambiente
- Lo que generará la criptomoneda
- La función de GBM
- Exchange y billetera
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Por su parte, Juan Durañona Vedia, Alejandro Carrano y Juan José Núñez, los tres amigos que manifestaron preocupación por la preservación del ambiente, se convirtieron en los 3 misioneros de esta novedosa creación.
Su iniciativa se debió a que uno de ellos posee 9 hectáreas en la provincia y le manifestó a los otros dos, toda la deforestación indiscriminada que se encontraba amenazando la selva. Esto los condujo a la idea de crear una criptomoneda verde.
La criptomoneda GBM y la preservación del ambiente
Cabe resaltar que uno de estos tres personajes estaba dedicado al minado de criptomonedas y esto los llevó a crear una estrategia que los ayudara a recaudar fondos y lo más viable era generar un token, respaldado en el metro cuadrado preservado.
GBM coin constituye la moneda digital que ha sido homologada por Ethereum, su adquisición, además de ofrecer una alternativa de inversión con estabilidad, tiende ayudar a la preservación del medio ambiente.
El primer paso fue poseer una licencia que les permitiera operar en criptoactivos y por ello optaron por Estonia, debido a que ofrecía estándares de mucha seguridad, así como normas de antilavado.
Es importante acotar que la global alianza de GreenBondMeter (GBM) comenzó su proceso de recuperación total en un campo comprendido de 25 mil hectáreas, ubicados en la selva paranaense, en Misiones, el cual está sometido a una deforestación controlada.
Este tipo de reserva está en capacidad de absorber aproximadamente unas 115 mil toneladas de carbono, lo cual equivale a retirar del mercado automotriz unos 25 mil autos al año.
Además, cada usuario tendrá la posibilidad de comprar un token y, de esta manera, prestar su colaboración, la cual incluye un total de 1 millón de hectáreas en 10 países a nivel mundial.
Es decir, cuando una persona adquiere mil monedas, sostienen los creadores, tiene la oportunidad de elegir 1000 metros de tierra, las cuales no son de su propiedad, sino que están alquiladas de manera adelantada para que la compañía encargada de realizar la deforestación deje de hacerlo y pueda comenzar a replantar una autóctona flora.
La condición que existe para elegir los terrenos es que estos deben ser 100% privados, donde no existan pobladores originarios y que haya sido desforestada hace mucho tiempo.
Lo que generará la criptomoneda
La adquisición de este criptoactivo tenderá a generar un bono de carbono (GBM bono), el cual constituye otra alternativa de inversión verde que se encuentra vinculada con el proyecto, ya que, a través de ella, existe la propuesta de democratizar el acceso al conocido mercado de bonos de carbono, que se le considera un medio sustentable para la protección del planeta.
La criptomoneda también originará un control en cuanto al fraude, el lavado y de algunas herramientas que servirán de seguimiento en un tiempo prudencial de cada porción de biosfera que se logra proteger con la adquisición de cada token.
Esto da soporte al ecosistema de la moneda digital y a la creación de emprendedores argentinos, los cuales contaron con una alianza global de Uruguay y Estonia.
La criptomoneda verde protege los bosques y selvas amenazadas por la deforestación indiscriminada. Constituye, además, un activo digital que proporciona soportes tecnológicos de funcionalidades y servicios, lo cual se corresponde con el ecosistema de GBM.
Se inicia con exigencias iguales derivadas de la licencia que logró obtener la cripto para su funcionamiento de acuerdo con el gobierno de Estonia. Con una seguridad superior a los estándares europeos, lo cual la convierte en una moneda muy prestigiosa a nivel universal.
Es importante señalar que la expedición de licencia otorgada por la Unidad de Inteligencia Financiera de Estonia (FIU) le permite a GBM poseer un servicio completo de moneda virtual, al igual que cambio de moneda virtual y billetera de moneda virtual. Estas características lo convierten en un banco cripto.
La función de GBM
Según las exigencias, Estonia GBM posee como Partner a Sumsub, la cual es una compañía con sede en Londres que es líder global en soluciones KyC que significa conoce a tu cliente.
Esta funciona para la identificación y verificación a distancia de los compradores, que cuentan con herramientas de inteligencia artificial para dar protección contra el fraude, evitando que todas las interacciones alrededor de la cripto resulten atrapadas en esquemas de lavado de dinero.
Para la empresa, es de gran importancia poder contar con un tercero que pueda auditar y certificar el nivel de grado bancario, ya que destaca que la plataforma de pagos de GBM facilita a los inversores la compra en su Exchange en más de 160 países, contando para ello con más de 30 monedas fiduciarias diferentes y 80 tipos de criptos.
Además, GBM posee como Partner a MoonPay una compañía de tecnología de orden financiero que crea infraestructura de pagos para criptos, incorporando en su flujo algunas soluciones de verificación.
Si llegara a producirse una sumatoria de verificación de Sumsub con las prestaciones de MoonPay, se pudiera llegar a delinear una funcionalidad perfecta para la adquisición y venta de monedas, con transparencia y seguridad.
Exchange y billetera
La billetera tiene la ventaja de que a través de ella se puede acceder a Bitcoin y Ethereum y, además, permite operar hasta con 5 monedas, con las cuales se puede vender, depositar, comprar y retirar.
En el caso específico de GBM, como se encuentra en fase de capitalización, solo se puede comprar y depositar.
Referente al Exchange, este dispone de un mercado de cotización de distintas monedas, donde Ethereum, tether, Bitcoin y day pueden llegar a intercambiarse entre sí.
No así con la criptoverde que se encuentra en fase de capitalización.