Principales diferencias entre bonos y acciones
octubre 8, 2023Los bonos y acciones son dos formas fundamentales de inversión que difieren en su naturaleza y en cómo representan la participación en una empresa o entidad.
Un bono es esencialmente un préstamo que el inversor otorga a una entidad, ya sea una empresa o un gobierno. A cambio, el inversor recibe pagos de interés periódicos y, al vencimiento, el valor nominal del bono.
Los bonos son considerados generalmente como inversiones más seguras, ya que ofrecen un rendimiento predecible y prioridad en el pago en caso de quiebra de la entidad emisora.
Glosario del contenido del artículo:
- ¿Bonos? ¿Acciones? ¿Qué son?
- ¿Cuáles son las diferencias más notorias entre en bonos y acciones?
- ¿Debo invertir en bonos o en acciones?
- ¿Cómo invertir en acciones y bonos?
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Por otro lado, una acción representa una participación en la propiedad de una empresa. Los accionistas comparten los riesgos y beneficios de la empresa y tienen derechos como votar en decisiones corporativas y recibir dividendos en caso de que la empresa los distribuya.
Sin embargo, las acciones son consideradas inversiones más arriesgadas que los bonos, ya que su valor está sujeto a fluctuaciones del mercado y no ofrecen pagos garantizados.
¿Bonos? ¿Acciones? ¿Qué son?
Para poder entender bien las diferencias, primero hay que comprender bien cuáles son las características de ambos.
Acciones
Una acción representa una forma de propiedad o participación en una empresa. Cuando una empresa emite acciones, está dividiendo su propiedad en pequeñas partes iguales que se ponen a disposición del público para su compra.
Cada una de estas partes se conoce como una acción, y aquellos que las poseen son conocidos como accionistas.
El valor de una acción está determinado por una serie de factores, incluyendo el desempeño financiero de la empresa, las perspectivas de crecimiento, las condiciones económicas y el comportamiento del mercado.
Los accionistas tienen derechos sobre los beneficios y activos de la empresa en proporción a la cantidad de acciones que poseen. Esto incluye el derecho a recibir dividendos, si la empresa decide distribuir ganancias a los accionistas.
Estos accionistas tienen el derecho de participar en la toma de decisiones importantes de la empresa. Esto se hace a través de votaciones en juntas de accionistas, donde se deciden asuntos cruciales como la elección de directores, fusiones y adquisiciones, entre otros.
Las acciones son consideradas una forma de inversión de mayor riesgo en comparación con otras alternativas, como los bonos, ya que su valor puede fluctuar significativamente en respuesta a los cambios en el mercado y el rendimiento de la empresa.
Bonos
Los bonos representan instrumentos financieros de deuda emitidos por entidades, ya sean gobiernos, empresas u otras organizaciones, con el propósito de obtener capital.
Al adquirir un bono, el inversor efectivamente está otorgando un préstamo a la entidad emisora a cambio de un rendimiento fijo o variable, conocido como interés, que se paga a intervalos regulares hasta el vencimiento del bono.
El valor nominal del bono, conocido como valor de cara, es la cantidad que la entidad se compromete a reembolsar al inversor al final del periodo estipulado. Este aspecto otorga a los bonos una naturaleza más predecible en comparación con otras formas de inversión, ya que los pagos estrictamente definidos brindan una mayor certeza sobre el retorno de la inversión.
La relación entre el precio actual del bono y su valor nominal determina el rendimiento, conocido como tasa de interés, que el inversor obtiene.
Si el bono se negocia a un precio inferior a su valor nominal, el rendimiento será mayor, y viceversa.
Los bonos se consideran inversiones relativamente menos arriesgadas en comparación con las acciones, ya que los pagos de intereses y el reembolso del valor nominal tienen prioridad en caso de problemas financieros de la entidad emisora.
Esta característica hace que los bonos sean atractivos para inversores que buscan una inversión más conservadora y predecible.
¿Cuáles son las diferencias más notorias entre en bonos y acciones?
Comprendiendo las definiciones básicas que estructuran el concepto sobre bono y acción, es mucho más fácil entender las diferencias entre ambos.
Sus diferencias van ligadas a:
1. Comparación entre ingresos y ganancias de capital
A pesar de que el propósito de ambas formas de inversión pueda parecer convergente en la generación de beneficios, las acciones y los bonos siguen caminos muy distintos para alcanzar este objetivo: uno a través de ingresos fijos regulares y el otro principalmente mediante ganancias de capital.
Los bonos proveen ingresos a los inversores a través del pago de intereses, conocidos como cupones, los cuales se establecen al inicio del plazo del bono.
Estos pagos se efectúan de manera periódica hasta la fecha de vencimiento del bono, la frecuencia de la cual dependerá del tipo de bono en cuestión. Una vez que el bono llega a su vencimiento, se reembolsa al inversor la cantidad total por la que fue inicialmente adquirido.
Muchas acciones también brindan pagos regulares a los accionistas en forma de dividendos. A diferencia de los cupones, este tipo de pagos puede variar de un periodo a otro e incluso no llegarse a abonar.
En general, las empresas recientes y de rápido crecimiento suelen abstenerse de pagar dividendos o lo hacen en una proporción menor, mientras que las empresas consolidadas y de mayor tamaño tienden a distribuirlos, siempre y cuando registren beneficios.
Para que un inversor obtenga beneficios de las acciones, es necesario venderlas a un precio superior al de su adquisición inicial o percibir dividendos.
Esto implica que, a diferencia de los bonos, que ofrecen un rendimiento fijo, los inversores en acciones no pueden anticipar de antemano cuánto rendimiento generará su inversión, si es que llega a hacerlo.
En el caso de los bonos, existe un límite preestablecido en cuanto a lo que puede generar la inversión inicial. Por otro lado, en el caso de las acciones, en principio, no hay ningún límite en cuanto a su potencial de rendimiento.
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2. Deuda y propiedad como formas de inversión
Al adquirir un bono, el inversor está proporcionando financiamiento a una entidad, ya sea una corporación o un gobierno, con la expectativa de un reembolso junto con un interés preestablecido.
El bono puede ser conceptualizado como un acuerdo contractual entre el inversor y el emisor, donde el poseedor del bono actúa como acreedor y aguarda la restitución del capital prestado.
A diferencia de las acciones, los poseedores de bonos no ejercen influencia en la entidad prestataria y no poseen participación alguna en sus operaciones comerciales; se trata simplemente de prestamistas a los que se debe reembolsar el capital.
Esta distinción fundamental entre bonos y acciones radica en la naturaleza de la inversión. La compra de acciones confiere al inversor una participación propietaria en la empresa, otorgándole el estatus de copropietario.
Aparte de compartir los posibles triunfos o desventuras de la empresa en el futuro, los accionistas típicamente ejercen el derecho al voto, lo que les capacita para influir en las decisiones de gestión de la empresa.
3. Perfil de riesgo
Como se ha comentado anteriormente sobre las diferencias primordiales entre acciones y bonos, se enfatizó que, mientras los bonos ostentan una tasa de rendimiento establecida, las acciones no están sujetas a un límite definido en cuanto a su potencial de rentabilidad.
Es común que se consideren a los bonos como una alternativa a las acciones en sus estrategias de inversión, comprendan que los perfiles de riesgo asociados a ambas son notoriamente dispares.
La perspectiva de un rendimiento potencialmente más elevado en acciones conlleva intrínsecamente un riesgo mayor.
Riesgo en las acciones
Uno de los riesgos inminentes al invertir en acciones es la posibilidad de que, después de la adquisición, el valor de la acción experimente una disminución.
Esta contingencia puede derivar principalmente de un bajo rendimiento empresarial, si bien también puede estar influenciada por otros elementos diversos.
Un ejemplo concreto podría ser el daño de la reputación de una empresa a raíz de un escándalo, el desempeño en un sector que atraviesa una disminución de popularidad, o la imposición de nuevas regulaciones que compliquen sus operaciones.
Riesgo en los bonos
Aunque comúnmente se percibe a los bonos como la alternativa de inversión más «segura» entre las dos, es esencial recordar que no están exentos de riesgos.
Los bonos están expuestos al riesgo de incumplimiento, es decir, la posibilidad de que el emisor no cumpla con los pagos de interés o la devolución del capital acordado.
El nivel de riesgo asociado a un bono se encuentra directamente ligado al perfil crediticio del emisor. Por un lado, existen bonos de alta calidad crediticia, emitidos por entidades con una evaluación crediticia sólida, considerados de bajo riesgo pero que ofrecen tasas de interés relativamente bajas.
Por otro lado, se encuentran los bonos de menor grado crediticio, conocidos como bonos de alto rendimiento o «basura». Aunque ofrecen mayores rendimientos, son emitidos por entidades con una calificación crediticia más baja, lo que implica un nivel de riesgo superior.
No obstante, al evaluar el equilibrio entre riesgo y recompensa entre bonos y acciones, es imperativo tener en cuenta que, en caso de liquidación de una empresa, los tenedores de bonos tienen prioridad sobre los accionistas en la distribución de los activos remanentes.
¿Debo invertir en bonos o en acciones?
Decidir entre invertir en bonos o en acciones es una elección crucial y depende de diversos factores, incluyendo tus objetivos financieros, tolerancia al riesgo y horizonte temporal.
Si buscas una inversión más conservadora y predecible, los bonos pueden ser la opción adecuada. Ofrecen pagos de intereses regulares y devolución del capital al vencimiento, lo que proporciona una fuente de ingresos relativamente estable.
Los bonos también tienden a ser menos volátiles que las acciones, lo que puede ser reconfortante para los inversores que buscan evitar fluctuaciones significativas en el valor de sus inversiones.
Por otro lado, si estás dispuesto a asumir un mayor riesgo en busca de un mayor potencial de crecimiento, las acciones pueden ser la alternativa apropiada.
Al invertir en acciones, te conviertes en copropietario de la empresa y tienes la posibilidad de beneficiarte de las ganancias de capital y los dividendos. Aunque las acciones pueden experimentar mayores fluctuaciones en el corto plazo, históricamente han tendido a ofrecer un rendimiento más elevado a largo plazo.
Una estrategia común es diversificar tu cartera, lo que implica invertir en una combinación de bonos y acciones. Esta diversificación puede ayudar a mitigar el riesgo al equilibrar la estabilidad de los bonos con el potencial de crecimiento de las acciones.
Recuerda que la asesoría de un profesional financiero puede ser invaluable en este proceso. Te pueden ayudar a evaluar tu situación financiera, metas y tolerancia al riesgo para determinar la combinación de bonos y acciones que mejor se adapte a tus necesidades.
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¿Cómo invertir en acciones y bonos?
Invertir en acciones y bonos es una estrategia valiosa para construir una cartera diversificada y equilibrada.
Pasos sencillos para aprender a cómo hacerlo:
Invertir en acciones
- Educación y análisis: Antes de comenzar, es esencial educarse sobre el mercado de valores y analizar las empresas en las que estás interesado. Examina sus informes financieros, desempeño histórico y perspectivas futuras.
- Selecciona una plataforma de inversión: Abre una cuenta en una plataforma de inversión o corredor de bolsa. Asegúrate de elegir uno que ofrezca herramientas de investigación y análisis, así como acceso a una amplia gama de acciones.
- Define tus objetivos y tolerancia al riesgo: Determina tus metas de inversión y cuánto riesgo estás dispuesto a asumir. Esto influirá en la composición de tu cartera de acciones.
- Diversificación: No pongas todos tus recursos en una sola acción. Diversifica tu cartera eligiendo acciones de diferentes industrias y sectores para reducir el riesgo.
- Realiza compras: Una vez que hayas identificado las acciones en las que deseas invertir, realiza las compras a través de tu plataforma de inversión. Considera si deseas invertir a largo plazo o si estás interesado en el comercio más activo.
Invertir en bonos
- Comprende los tipos de bonos: Familiarízate con los diferentes tipos de bonos disponibles, como bonos corporativos, gubernamentales y municipales. Cada uno tiene características y riesgos distintos.
- Evaluación del riesgo: Al igual que con las acciones, evalúa tu tolerancia al riesgo. Los bonos tienen diferentes niveles de riesgo dependiendo del emisor y el tipo de bono.
- Compra a través de plataformas o intermediarios: Puedes comprar bonos a través de corredores de bolsa o plataformas de inversión similares a las utilizadas para las acciones.
- Considera fondos de bonos: Si prefieres una gestión más pasiva, puedes invertir en fondos de bonos que agrupan una variedad de bonos en un solo fondo.
- Mantén un seguimiento: Al igual que con las acciones, es importante mantener un seguimiento de tus inversiones en bonos y revisar periódicamente tu cartera para asegurarte de que siga alineada con tus objetivos.
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