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Diferencias entre bonos, letras y obligaciones

Hay muchas razones para optar por la renta fija en vez de por la inversión en renta variable.

Por lo pronto, la volatilidad de esta última y la inestabilidad tanto a nivel político como en la económica española así como en otros países situados en la euro zona, y también la crisis del petróleo.

Pueden ser algunas de las razones más comunes por las que muchos inversores optan por invertir en renta fija.

Glosario del contenido del artículo:

De hecho, cada vez son más los que se interesan por el mercado de deuda pública y por la emisión de renta fija corporativa.

¿Qué es la renta fija?

Por definición, sabemos que la renta fija es un conjunto de activos financieros de deuda qué son emitidos por el estado, los organismos y las entidades públicas, así como también por empresas privadas.

Las emisiones van dirigidas a un amplio mercado y el objetivo principal de estas emisiones es conseguir la financiación que necesitan.

Es un tipo de inversión en el que el emisor está en la obligación de hacer pagos en una cantidad determinada y un periodo de tiempo preestablecidos. En principio el emisor garantiza la devolución del capital invertido con un extra de rentabilidad.

La renta fija se denomina con el término fija porque al adquirir el instrumento ya sabremos desde un principio cual será la cantidad que van a pagarnos en cada momento.

Mientras mantengamos los títulos la rentabilidad será fija desde la emisión hasta su vencimiento, pues el emisor se habrá comprometido a cumplirlo.

Por tanto, no importará si mientras tengamos el título de deuda el mercado financiero sube o baja, ya que el tipo de interés se mantendrá fijo. A no ser que decidamos venderlo, ya que en ese caso sería diferente.

Cuando invertimos en renta fija al adquirir el instrumento podremos saber con antelación la rentabilidad así como los intereses que el emisor nos va a pagar.

Sin embargo, aunque la emisión implica una rentabilidad fija el cobro del principal o de los intereses podría no estar asegurado.

Debes ser consciente de que aunque los títulos estén garantizados esto no lo convierte en una inversión sin riesgo, pues éste podría no poder cumplir con el acuerdo.

De todos modos, la renta fija se considera un tipo de inversión de menos riesgo sí lo comparamos con la renta variable.

Por otro lado, al considerarse cómo un tipo de inversión más segura la rentabilidad suele ser inferior también, siempre teniendo en cuenta los movimientos de los mercados que podrían beneficiarnos más o menos.

Por otra parte, tenemos que destacar dos tipos de renta fija, la que proviene de la deuda pública y la de la deuda privada. Veamos.

Dentro de lo que es la deuda tenemos diferentes tipos en función de la calidad crediticia.

Pero, en este artículo no hablaremos de ello, sino que nos centraremos en los tipos de renta fija más comunes, los que nos encontraremos con más facilidad en los mercados.

Entre los principales tipos de emisión de deuda o renta fija, tenemos que destacar:

A continuación conoceremos cada uno de estos tipos de renta fija y veremos cuáles son sus principales diferencias. Para que a la hora de decidirte por invertir sepas lo que te conviene.

¿Qué son los bonos?

Uno de los instrumentos de inversión de renta fija más conocidos son los bonos, cuya inversión nos sirve a medio y largo plazo. Se colocan a través de subasta competitiva y el valor nominal por lo general suele ser 1000 euros o cantidades superiores a esta.

Aunque realmente valor de la emisión lo fijará la entidad emisora.

Los bonos son emitidos primeramente en un mercado primario y después se negocian en un mercado secundario. De hecho, al ser negociados en mercados secundarios, como ocurre con cualquier otro título de este tipo, hay que tener en cuenta la exposición al riesgo de mercado.

En cuanto a las características más destacables de los bonos de renta fija sabemos qué:

Por tanto, como tipos de bonos teniendo en cuenta su madurez podríamos diferenciar entre: los bonos a 3 años y los bonos a 5 años.

¿Qué son las Letras?

Se trata de un producto de inversión que sale al mercado a través de un sistema de subasta y siempre bajo la emisión al descuento. Estas emisiones de valor de renta fija son a corto plazo.

Al principio las letras son emitidas en un mercado primario, para después negociarse en un mercado secundario.

Las letras se emiten a un precio prefijado pero posteriormente el precio podrá variar dependiendo de la oferta y la demanda en el proceso de negociación.

Hay diferentes tipos de letras; a 3 meses, a 6 meses, a 9 meses y letras a 1 año.

Entre las características de la emisión de renta fija en letras podemos destacar qué:

¿Qué son las obligaciones?

Cómo última tipología de emisión de deuda queremos hablarte sobre las obligaciones.

Se trata de instrumentos de emisión de deuda de renta fija para invertir a largo plazo, y son mucho más seguras que cualquier otra opción.

Igual que con los bonos y las letras las obligaciones también se emiten primero en un mercado primario a través de subastas competitivas y después se emiten y colocan en el mercado secundario para ser negociadas.

El valor de la emisión también dependerá de la entidad emisora. Y ahora, vamos a ver algunas de las características que presentan las obligaciones.

En cuanto a los tipos podemos destacar: obligaciones a 15 años y obligaciones a 30 años.

Conclusión

En definitiva, se podría decir que los bonos, letras y obligaciones tienen aspectos en común pero también algunas diferencias.

La principal, y la que nos ha quedado más clara, es respecto al periodo de inversión.

Mientras qué las letras es una deuda a corto plazo desde 3 meses hasta un máximo de 1 año, los bonos se pueden mantener de 3 a 5 años, y con las obligaciones estarás invirtiendo a largo plazo, por un mínimo de 15 años y un máximo de 30 años.

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