Existe una tendencia en recomendar la compra de oro cuando existe una recesión. Un elemento que ha influido en esta propuesta es la inflación, a pesar de que los bancos centrales le están dando prioridad para bajarla, al igual que los gobiernos. Obviamente, esto se contrapone al tema relacionado con la recesión.
Todos ansían unos precios estables, ya que nadie desea una recesión, pero esta es inevitable si se quiere bajar la inflación. Tanto la recesión como la inflación son temas muy trascendentales para el Bitcoin, debido a la forma en cuanto a cómo afectan las decisiones asumidas por los bancos centrales.
Glosario del contenido del artículo:
- El Bitcoin y su precio para fin de año
- El fenómeno inflación
- La liquidez y la inflación
- Los mercados bursátiles
- El momento de criptolandia
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Todos conocen que el precio de Bitcoin siempre va a depender de la cantidad de dinero circulante, así como también de la tolerancia al riesgo por parte de los inversores.
Por ello, se afirma que el sesgo ideológico que se presenta en la comunidad cripto no es fácil de tratar con suficiente objetividad, ya que, a pesar de que el código es apolítico, existen conservadores, libertarios y anarco-capitalistas que han llegado a autoproclamarse los guardianes del Bitcoin y son tan aguerridos que tienden a opinar en nombre de la comunidad en general.
La política se apoya en posiciones que se basan en ideas preconcebidas, por esto se dice que los dogmas políticos casi nunca se actualizan, porque lo que se maneja es una cuestión de “mi grupo contra tu grupo”, por ello se considera que es un asunto de identidad.
El Bitcoin y su precio para fin de año
Cuando se trata del Bitcoin, tanto los dogmas como las aspiraciones y las doctrinas tienden a mezclarse, lo cual significa que las personas observan lo que quieren observar.
En este sentido, existe una gran brecha entre lo que se dice y lo que ocurre, ya que la ideología es una cosa y la evidencia viene siendo otra.
De allí la pregunta: ¿somos activistas políticos o inversores?, ¿somos propagandistas o estamos en la búsqueda de la verdad? En principio, la meta del inversor es progresar en materia económica, ya que, lo que se aspira es hacer dinero, por ello, se trata de buscar y de hacer los análisis pormenorizados que permitan tomar las mejores decisiones en el orden financiero.
Sin embargo, una crisis inflacionaria no es buena para Bitcoin, ya que eso significa que los bancos centrales se verán obligados a aumentar las tasas de interés, reduciendo sus balances.
Este tipo de restricción monetaria tiende a crear mercados mucho más conservadores, lo cual implica que los inversores se dedican a buscar cualquier tipo de protección en activos más estables.
Además, los activos no productivos como Bitcoin, siempre van a depender del momento creado por algunos Booms especulativos, lo cual da a entender que, a mayor volatilidad, mayor especulación.
El comprador invierte porque espera un mejor precio a futuro, ajustándose al riesgo, pero para lograr este cometido se requiere de una política monetaria que posea suficiente flexibilidad.
Esto se refiere a las inyecciones de liquidez asumidas por la Reserva Federal de los Estados Unidos y del resto de los bancos centrales.
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El fenómeno inflación
La inflación está tipificada como el general y continuo aumento que presentan los precios de los bienes y servicios.
Está considerada como un fenómeno multifactorial, lo cual significa que no siempre va a ser un fenómeno único monetario, ya que crea complicaciones a nivel financiero.
En la actualidad, la liquidez se ha elevado bastante, pero de manera adicional también se posee un “shock del suministro”, que es generado por las fallas que se presentan en las cadenas de distribución y producción, entre ellas, la aparición del covid-19, la guerra en Ucrania y las diversas tensiones de política interna y geopolíticas.
La liquidez y la inflación
En el mercado financiero se conoce que, si se presentara un retiro de liquidez, dentro del contexto que estamos abordando, esto pudiera incidir notablemente en bajar la inflación.
No obstante, debido a los problemas que existen con el suministro, si llegara a presentarse una disminución de la demanda, con un carácter de política monetaria, esto pudiera implicar una reducción en cuanto al crecimiento económico, teniendo en cuenta que el grado de este tipo de reducción siempre va a depender de la agresividad de los ajustes monetarios que asuman las autoridades y de las noticias positivas referente al suministro.
Este proceso siempre va a depender de los bancos centrales. Sin embargo, una inflación solamente de carácter monetario es mucho más fácil de controlar empleando un ajuste de política financiera, que aquella inflación que es originada en gran medida por problemas referidos al suministro.
Esto implicaría que el riesgo de recesión sería más alto, debido a que tiene algunas variables que resultan impredecibles.
Es decir, al producirse una recesión, el crecimiento tiende a ser menor y los ingresos son más bajos, con menos ingresos habrá menos empleos, con menos empleos habrá menos gasto y con menos gasto habrá menos inversión.
Esto significa que, con la disminución de la actividad económica, la liquidez pasa a ser menor, lo cual se traduce en que habrá menos dinero en la calle, creándose una tensión en el orden político y social.
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Los mercados bursátiles
Dentro de los mercados bursátiles el más relevante es el mercado estadounidense, incluyendo la Reserva Federal, donde Wall Street tiende a ser insaciable por el dinero barato y para su obtención.
Además, todas las condiciones exigidas deben estar dadas para que la Reserva este en capacidad de inyectar enormes cantidades de liquidez al sistema. Es decir, un cuadro inflacionario no es favorable para nadie y mucho menos en este caso cuando se habla de Bitcoin, ya que este es un mercado emergente.
Esto plantea que, en el caso de que la Fed exagere en el retiro de liquidez, puede provocar una recesión y en el momento más inesperado, se verá obligado a tomar una pausa para sus ajustes.
Esto pudiera representar un renacer optimista con algunos rallyes alcistas. Adicional a ello, la caída del euro, la baja de petróleo y la baja en las demás mercancías, nos pudieran indicar que el mercado se está anticipando y que puede haber una recesión más fuerte en camino si no se toman las medidas conducentes.
El momento de criptolandia
Se estima que los inversores deben tener siempre un carácter objetivo y pragmático, haciendo un estudio de los hechos, siempre aplicando las reglas del juego, ya que se pueden tener numerosas ideas para producir la reforma al sistema actual, pero no se debe confundir realidad con aspiración.
El sistema siempre va a funcionar como sistema y las decisiones financieras deben asumirse a través de interpretaciones realistas. Esto significa que el precio de Bitcoin va a depender siempre de las condiciones macroeconómicas, que incluye el sentimiento del mercado y las políticas de la Fed.
Sin embargo, no se puede considerar que una recesión sea el fin del mundo para Bitcoin, ya que, si la recesión le facilita a la Fed detener su política restrictiva, las cosas cambiarían. Por ello, se afirma que una inflación moderada con suficiente crecimiento económico y estímulos monetarios, constituye el Shangri-la del precio de Bitcoin.
En este sentido, los inversores piensan que se estará mejor en el futuro, debido a las políticas alcistas que llegarán a producirse.
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