Con esta acción la FED reconoce el daño que la guerra comercial está provocando al país
La Reserva Federal de Estados Unidos ha reaccionado bajando los tipos de interés, un hecho qué no veíamos desde el 2008.
Hace más de diez años de la última vez que se bajaron los tipos. El 16 de diciembre de 2008 se redujeron a un mínimo histórico de entre el 0% y el 0,25%.
Una de las principales razones de aquella bajada en los tipos de interés fue que, por aquel entonces, la mayor economía mundial estaba a punto de colapsar – financieramente- cómo consecuencia de la burbuja inmobiliaria.
Ahora, más de una década después Jerome Powell, presidente de la FED, ha tenido que tomar de nuevo la decisión de bajar los tipos de interés para proteger la economía del país.
En cualquier caso, la situación no es tan grave cómo entonces, aunque sí pone de manifiesto que la economía estadounidense aún no se ha recuperado de aquella crisis.
Recortes en los tipos de interés
La FED vuelve con los recortes en el precio del dinero, esta vez de un cuarto de punto dejándolo entre el 2% y el 2,25%. Esta reducción, sí la comparamos con la de la crisis de 2008, es bastante baja, pero muy necesaria en estos momentos.
Si bien Estados Unidos disfruta de su mayor expansión económica, también se trata de la más débil históricamente hablando, pues el crecimiento medio de su PIB apenas roza el 2,3%.
Por supuesto el presidente del país, Donald Trump, no pudo evitar intervenir a través de sus redes sociales, y le dedicó unas palabras al presidente de la Reserva Federal en su cuenta de Twitter: ‘como de costumbre, Powel nos ha dejado tirados’ con el recorte de cuarto de punto.
Por otro lado, destacaremos que la FED ha querido adelantar que junto esta bajada de los tipos también se incluirán – probablemente- otras medidas similares a las del Banco Central Europeo (BCE), cómo la compra de activos financieros.
Las presiones de los mercados financieros y de Trump
La situación de la economía estadounidense se podría resumir en: baja inflación, poco crecimiento y poca inversión. Según un comunicado de la FED la inflación es más baja de lo que al banco central le gustaría y el crecimiento también es bajo.
Por otro lado está claro que hay más presiones, aunque la Reserva Federal no lo quiera reconocer abiertamente.
Por un lado, los mercados financieros ya que tienen bastante influencia en los bancos centrales, y por otro, estaría el presidente Trump y sus ataques sistemáticos a la FED qué, de un modo u otro, acaban afectando.
De hecho, fue el mismo presidente quien instó a la FED a recortar los tipos de interés: ‘quiero un recorte de tipos grande’. Y es probable que siga criticando la actuación de la Reserva Federal.
Aunque también es probable que a lo largo del año se anuncien más bajadas en los tipos de interés.
Una situación de recuperación tras la crisis de 2008
Si bien la desaceleración económica, las presiones del mercado y, por qué no, la insistencia de Trump en intervenir en las decisiones de la FED son razones suficientes para bajar los tipos, realmente la clave de la decisión ha sido otra.
Tal y cómo afirman desde PIMCO, la mayor gestora de bonos a nivel mundial, la situación actual solo podría calificarse cómo ‘nueva normalidad’. En otras palabras, se trataría de una situación bastante normal después de una crisis financiera. Una situación de recuperación.
Esta economía se caracteriza por una inflación y tipos de interés bajos y salarios creciendo bajo mínimos, del mismo modo que la inversión y el consumo.
Se dice qué tanto Estados Unidos cómo la Unión Europea – que también se está recuperando de la crisis del 2010-2013- están viviendo ahora una ‘japonización’ en sus economías.
Un término qué hace referencia a la crisis de dos décadas que sufrió Japón cuando explotó en 1991 las burbujas inmobiliaria y bursátil. En ese tiempo, el Banco central del país intentó de todo para estimular de nuevo su economía, y los gobiernos con políticas fiscales expansivas.
Asimismo, tal y cómo plantearon el año pasado con la ‘Teoría Monetaria Moderna’, ahora lo importante es reforzar la relajación monetaria, y reactivar la economía, entre otras soluciones apostando por un aumento del gasto público.
Las consecuencias de la guerra comercial
La situación en Estados Unidos difiere de las expectativas qué se tenían para este año, cuando la Reserva Federal sugería una subida en los tipos de interés, hasta tres en un año.
Ahora, la realidad es bastante distinta con una bajada en los tipos qué, aunque mínima, probablemente no sea la única, pues se esperan más reducciones antes de que finalice el año.
Esta bajada en los tipos – que no habíamos visto desde hacía diez años- pone de manifiesto el daño qué está provocando la guerra comercial entre EE.UU y China y las presiones del presidente estadounidense.
Por otro lado, también es una clara señal de preocupación ante la debilidad de la economía global.
Cómo sabemos, por otras noticias, Donald Trump es un férreo defensor de un dólar débil, pues esto ayudará a potenciar la economía del país y sobre todo, favorecerá las exportaciones. Por eso hace tiempo que el presidente estadounidense decidió adentrarse en una guerra comercial a base de aranceles, y en especial con China.
La debilidad de la economía mundial preocupa, pues podríamos acabar hablando de una recesión. Aunque en Estados Unidos al menos, esta probabilidad es mínima por ahora.
Guerra de divisas encubierta
Sin quererlo, los principales bancos centrales a nivel mundial, la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo, se han introducido de lleno en una guerra de divisas encubierta.
Por un lado, la FED recorta los tipos de interés de 25 puntos básicos hasta un rango que va desde el 2% al 2,25%. Por su parte, el BCE confirmó la semana pasada que llevaría a cabo nuevas medidas de expansión monetaria, en las que se incluye la compra de bonos.
Donald Trump, como avanzábamos antes, es defensor de un dólar débil para potenciar la economía del país y favorecer las exportaciones. La bajada en los tipos, según la FED, es una medida preventiva frente a una economía debilitada, y su principal consecuencia será la bajada en el precio del dólar.
Por otro lado en lo que se refiere el Banco Central Europeo, y dadas las circunstancias en las que se encuentra la economía en Europa, no pueden permitirse una apreciación del euro.
En cualquier caso, los expertos coinciden en qué sí los principales bancos mundiales llevan a cabo medidas para estimular su economía, la moneda única podría tener posibilidad de apreciarse frente al dólar, pues en los Estados Unidos aún tienen mucho más margen para reducir los tipos. De hecho, la FED ya aclaró que probablemente continuaría recortándolos.